Para un viajero no hay mejor obsequio que un libro, a excepción del viaje mismo. Regalar una historia es como obsequiar un pasaje aéreo abierto que también presupone conocimiento, aventuras, sentimientos y experiencias.
Cinco libros para viajar en la LibreriadelaU
Novela escrita a manera de monólogo interior, y que está basada en los viajes que Jack Kerouac hizo con sus amigos desde 1947 hasta 1951 por New York, New Orleans, San Francisco, Chicago y Ciudad de México. Esta es considerada por muchos como la obra más notable, la Sagrada Escritura o el manifiesto de la generación beat, además de una novela de culto y un clásico de la literatura norteamericana.
Con un estro de jazz, poesía, drogas, sexo, sentimientos de angustia y desolación se revela la América del Norte que subyace, genuina y desinhibida a través de la cadencia de una historia de viajes alocados a bordo de Cadillacs en préstamo y Dodges deteriorados que se le da al lector a través de una prosa espontánea, y el delirio furioso, repentizado del ritmo de su narrativa.
Matsuo Basho descoloca al lector cuando lo desarraiga del siglo XXI y lo transporta a un pasado distante no solo en tiempo, sino en el espacio, ya que lo sitúa en la cotidianidad del campo y las ciudades de Japón a mediados del siglo XVII por medio de un plebeyo que se despoja de sus bienes terrenales y rehúye de su reconocimiento.
Hombre que después de vivir ceñido a los usos y costumbres de la ciudad decide aventurarse al camino solo con la ropa que lleva puesta, ya que le ha ganado el anhelo de emprender largas recorridos en procura vivir a fondo, es decir, de ver, sentir, y ser consiente tanto de su latir, como el todo cuanto lo circunda, en lo posible exteriorizándolo a través de la palabra o los actos.
Chris MacCandless tenía 24 años cuando decidió, un día de abril de 1992, abandonar su coche y donar todo su dinero con el propósito de iniciar un viaje que concluiría con su arribo a Alaska; travesía que inició llevado por el deseo de vivir una vida primal. Sin embargo, perdió la vida cuatro meses después de comerse una seta venenosa en el interior de un autobús abandonado que estaba cerca al Parque Nacional Denali.
Su historia causó gran impacto y, por ello, Jon Krakauer decidió dedicarle un libro que, por su parte, siguió provocando una agitada controversia, pues algunos sostenían que era un idealista que se dejó persuadir por sus lecturas y otros, lo tildaron de un loco, ingenuo y desconocedor de los misterios de la naturaleza.
Antes de morir, anheló estar con su familia y bajo los efectos del veneno escribió “que la felicidad solo es verdadera cuando es compartida”.
Este libro es un compendio de las crónicas periodísticas que Manuel Mujica Laínez escribió durante cuatro décadas, 1935 a 1977, en sus viajes por el mundo. Al igual que en sus novelas, el viajero desplegó la magnificencia de su imaginación y su versatilidad para abordar temas y espacios diversos para lograr que el lector viva una experiencia a través de la reavivación de la suya, solo posible por medio de las letras.
El autor, con sutileza e ironía, se muestra dispuesto tanto a encontrarse con cosas que le son familiares, como abierto a lo súbito e insólito para no privarse de ningún placer o aventura. En estas crónicas describe la Alemania de Hitler, la manera en que Inglaterra y Francia sortearon la posguerra, la exuberancia de Perú, la supervivencia de la antigüedad en la Grecia moderna, el arte en París y las desventajas de ser un turista.
Estas crónicas, que se mantuvieron inéditas hasta nuestros días, son la excusa perfecta para volver a la narrativa de Manuel Mujica Laínez, pero desde otras panorámicas.
Paul Theroux, escritor estadounidense, celebra cincuenta años de trasegar por el mundo al congregar junto con lo mejor de su obra, algunas obras literarias o filosóficas de las cuales se encontrarán pasajes porque lo llevaron a descubrir que tras un viajero entusiasta hay un lector y un escritor devoto.
Este es un libro de descubrimientos, una sublimación de las perspectivas y de las fruiciones de quienes se arrojan al camino, y que se asienta en experiencias propias horadadas por experiencias ajenas obtenidas de muchas décadas de lecturas de libros de viaje.
“También puede ser una guía, un manual, una miscelánea, un vademécum, una lista de lecturas, una reminiscencia… Y debido a que el concepto de viaje sirve a menudo como metáfora de la vida, muchos viajeros, al proponer una sencilla definición de la travesía, han escrito algo accidentalmente filosófico, o incluso metafísico”.
