No hay mejor fragata que un libro para llevarnos a tierras lejanas
Emily Dickinson.
Este evento, ideado por la Universidad de Guadalajara hace 31 años, es uno de los más importantes de Iberoamérica, pues congregan: autores, libreros, promotores de lectura, distribuidores, agentes literarios y casas editoriales de todos los continentes para que conozcan y hagan manifiestas las novedades del sector. Además de ser un festival de gran envergadura, es un fructífero centro de negocios que le deja al país una derrama económica superior a los 330 millones de dólares anuales.
La primera edición fue realizada en el año de 1987 en la sede principal de las instalaciones de Expo Guadalajara, y desde entonces ha sido uno de los eventos de mayor relevancia en el país. Un país, una ciudad, un estado, cuyo corazón al ser capturado por las letras, el cine, el teatro, la música, así como otras formas artísticas, infiere en el ánimo de los habitantes y asistentes al teñir la atmosfera de encanto y fascinación.
El encuentro literario y editorial también permitió renovar y estrechar los lazos entre México y el mundo, puesto que desde 1993 invitan a un país o una región para que muestre a un público exigente y receptivo lo mejor de su producción artística y editorial actual. Este año la feria tuvo por nueve días, desde el 25 de noviembre hasta el 3 de diciembre, como invitado de honor a Madrid o mejor a una delegación de escritores, editores, investigadores, y artistas que se convirtieron en portavoces de su cultura; ciudad que será sucedida por Portugal el próximo año.
En 34 mil metros cuadrados se reunieron más de 814 mil personas que tuvieron el privilegio de disfrutar de uno de los patrimonios vitales y culturales más enriquecedores, puesto que la literatura es el eje entorno al cual se concibió un programa que contó con mil horas de actividades y 620 presentaciones de libros; programa que a su vez fue un espacio para discutir y contemplar la magnificencia de la imaginación.
Por otra parte, esta feria tiene como objetivo velar por la calidad literaria y el desarrollo cultural a través de una serie de premios que se entregan cada año, algunos de estos son: Juan Rulfo que fue fundado en 1991 por la Universidad de Guadalajara para obras en lenguas romances; Sor Juana Inés de la Cruz, que fue concebido en 1993 para novela femenina en lengua castellana; Reconocimiento al Mérito Editorial, que fue establecido en 1993, Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez que fue erigido en 1991 para homenajear a un profesional del campo que haya hecho contribuciones significativas; Homenaje al Bibliófilo creado en el 2001, Homenaje al Bibliotecario y a la caricatura de la Catrina, que fueron instituidos en el 2002.
La gran fiesta del libro se despide con 140 mil habitantes más que el año pasado y la asistencia de 20.000 profesionales de la industria editorial, 700 autores de 41 países, a quienes se sumaron 2000 editoriales que se repartieron en 130 mesas de 31 países.